El ‘viraje extremo’ de Estados Unidos: así terminó la recesión antes de empezar
- Deutsche Bank, el primero en avisar de la contracción, se baja del barco
- Solo Nomura se mantiene tras los datos de empleo y del PIB
- “La probabilidad sigue siendo muy alta”, advierte S&P Global
Estados Unidos entrará en recesión y desencadenará un agresivo ciclo de recortes por parte de la Fed para impulsar la economía. Esta teoría era la más predominante entre los expertos durante buena parte de 2023. Sin embargo, a medida que los buenos datos macroeconómicos han ido dando argumentos para el optimismo, el barco de la recesión se ha ido vaciando poco a poco y, actualmente, apenas queda ya nadie que no apueste por un aterrizaje suave que ofrezca a Jerome Powell el margen necesario para actuar con tranquilidad.
Este ‘viraje’ de una recesión segura viene sucediendo desde verano de 2023 pero se ha acelerado de forma drástica desde diciembre. En particular, este mismo miércoles Deutsche Bank ha dado la sorpresa. Se trata de la primera firma de análisis que comenzó a hablar de una potente contracción económica. Ahora, la firma ha anunciado que renuncia por completo a esas previsiones, que ya había moderado en los últimos meses y apenas quedan ya firmas que la sostengan.
El banco alemán explicaba que ahora apuesta por un sólido avance del PIB de EEUU del 1,9% sin conocer el territorio negativo, frente al 0,3% que esperaba el último mes, con un rebote en la segunda mitad del año. “Aunque la economía sigue enfrentándose a varios obstáculos (los tipos y la ralentización del mercado laboral) la resiliencia hasta ahora apunta a una desaceleración más benigna en 2024 de lo que habíamos proyectado anteriormente”, afirmó Matthew Luzzetti, analista de Deutsche. En consecuencia, el experto da por hecho que, sin la amenaza económica detrás de la Reserva Federal, los recortes de tipos de la misma serán mucho más moderados, pasando de los 175 puntos básicos que tenía agendados o solo 100 puntos básicos, empezando este mes de junio.
En uno de los últimos informes ya se notaba un tono más moderado pues, en verano, la firma hablaba de “una recesión peor de lo esperado”, mientras que en diciembre ya apostaba por una “leve contracción en el primer semestre” que “aliviará las presiones inflacionarias”. “Vemos que la economía atravesará una mala racha en el comienzo del año, lo que resulta en un perfil de recortes más agresivo a partir de mediados de año”, dijo Brett Ryan, analista de la firma.
Sin embargo, el cambio no ha sido cosa solo de la entidad germánica, otros gigantes de Wall Street también han cambiado su punto de vista, especialmente tras la fortaleza que ha mostrado el mercado laboral los últimos meses. De hecho, el último informe de empleo de EEUU ha destrozado todas las previsiones con 350.000 nóminas no agrícolas creadas frente a las 185.000 esperadas. De este modo la tasa de paro se queda en el 3,7%, en zona de pleno empleo.
Y no solo han sido los últimos datos del mercado laboral. La fuerte sorpresa en el PIB en la recta final de 2023 también ha alejado los fantasmas de que el golpe de los tipos se manifieste pronto. Con un alza del 3,3% en el cuarto trimestre y un contexto de fuerte gasto de los consumidores, el crecimiento en el cómputo global del año llegó al 2,5%. Por su parte, el gasto personal en EEUU no ha dejado de crecer en ningún momento desde marzo ,según datos del departamento de Análisis Económico. De hecho el consumo repuntó con fuerza en la recta final del año, una tendencia con la que los expertos no contaban, pues esperaban que el golpe de los tipos de interés llevase a los ciudadanos de EEUU a recortar sus compras más rápido, dañando así a la economía.
Por su parte, el índice ISM manufacturero ha mostrado que la industria de EEUU, aunque en territorio de contracción, está volviendo a crecer desde noviembre y en enero ya se encuentra las puertas de volver a territorio positivo con 49,1 puntos (por debajo de 50 puntos se indica contracción) tras un potente desplome desde 2021. Un indicador que ha demostrado que el sector secundario de EEUU está resistiendo mejor de lo esperado el complicado contexto actual. El sector servicios ya está en positivo tras un potente arranque de año.
Pero, volviendo a las firmas que han abandonado la recesión. Wells Fargo fue también de los últimos en cambiar su punto de vista. Este mismo mes de enero, los analistas enviaban un informe a sus clientes en el que explicaban que ya no ven esto como un escenario probable. “Los hechos nos han obligado a cambiar de opinión. En resumen, ahora esperamos que la economía estadounidense continúe expandiéndose durante todo el período de pronóstico, que se extiende hasta finales de 2025″. Esta opinión fue lanzada un mes después de lanzar su informe de perspectivas para este año avisando de que “es prematuro hablar de que la tormenta ha pasado”. Por su parte, pocas semanas antes, Charlie Dogherty, economista de la entidad, hablaba de una “recesión leve y probablemente necesaria para devolver la inflación al 2%”.
Otro ejemplo de este cambio de paradigma ha sido Citigroup. Esta empresa en diciembre hablaba abiertamente de recesión, cuando publicó un informe titulado “Ralentización y crecimiento” explicando que sí hubo recesión pero solo en determinadas industrias, como la vivienda y la industrial. En ese sentido ahora “ya no proyectamos una recesión, sino mas bien una desaceleración de la economía y una aceleración en la segunda mitad de 2024″, explicaba David Bailin, director de inversiones de Citi Global Wealth. Hasta ese momento hablaban de que “a pesar de la solidez de los datos económicos, todavía es la opción más probable para comienzos de año”.
Las agencias calificadoras, que mantenían una importante posibilidad de que este retroceso se diese, cambiaron de idea entre noviembre y diciembre. Este fue el caso de Fitch, que en ese mismo lapso de tiempo abandonó la idea de una recesión diciendo claramente que “EEUU logrará esquivarla a pesar de vivir una desaceleración” tras revisar al alza el crecimiento para 2024 hasta el 2,4% tras lograr un 2,5% este 2023.
Otras firmas como JP Morgan y US Bank cambiaron de opinión desde el verano. El primero en verano explicó que ya no veía esta opción y en su último informe era contundente afirmando que esperan una relajación en la primera mitad de 2024 y una vuelta al crecimiento en la segunda. Sin embargo, en el caso de JP Morgan se siguen mostrando cautos y muy abiertos a la posibilidad de una contracción. El propio presidente de la firma Jamie Dimon dijo que había que estar preparados dado que “acontecimientos geopolíticos podrían encender la inflación y cambiarlo todo”. Aunque desde agosto ya no lo consideran su opción mayoritaria, aún le otorgan una posibilidad del 25%.
“Parece probable que la economía pueda evitar una recesión en el corto plazo, aunque podemos esperar que el crecimiento del PIB real siga siendo modesto”
El más optimista fue Goldman Sachs, que llevaba ya tiempo apostando por la fortaleza de EEUU todo este tiempo avisando de que no creía en la recesión. En ese sentido en su último informe han reforzado su apuesta elevando su previsión de crecimiento para el país hasta el 2,4%. “Esperamos un PIB mucho mejor que lo que piensa el mercado y una menor probabilidad de recesión”. Solo otorgan a esa posibilidad un 5% de probabilidades.
Morgan Stanley, que pensaba en verano que la recesión era una “moneda al aire” con una probabilidad del 50%, ahora no lo ve como opción principal. Desde US Bank por su parte dejaban claro que “parece probable que la economía pueda evitar una recesión en el corto plazo, aunque podemos esperar que el crecimiento del PIB real siga siendo modesto con el tiempo”, dice Matt Schoeppner, economista senior del US Bank. “Vemos una economía lenta, pero con pocas ramificaciones para el mercado laboral”. El motivo que esgrimen es que han detectado como el gasto de los consumidores se ha mantenido fuerte, sostenido por el mercado laboral e impulsando así el crecimiento.
S&P Global: “Aunque está en retroceso, la probabilidad de recesión sigue siendo realmente alta y hay riesgos importantes”
Desde el Fondo Monetario Internacional también creen que 2024 será un año de crecimiento, con un descenso hasta el 2,1%, aunque muy por encima del 1,5% que otorgaba hace un mes. Por su parte la OCDE apuesta por una desaceleración hasta el 1,5%. Sin embargo en las encuestas a economistas y expertos la opción sigue realmente presente, aunque la posibilidad cambia de forma radical en función de la misma. Por un lazo un 49% de los encuestados por Bloomberg Economics creen en un aterrizaje suave en su último informe frente al 31% que apuesta por una recesión. Esto contrasta de forma clara con una probabilidad superior al 50% desde este verano.
Desde S&P Global señalaban en su última ronda de consultas a economistas que “la probabilidad de una recesión a doce meses se ha moderado en la última mitad al 26% desde el 34%”. Este descenso se debería a que “los datos muestran tendencias favorables en el consumo, una inflación en retroceso y un mercado laboral saludable”. Sin embargo, a pesar de que ha pasado a no ser la opción predilecta de los expertos, la firma advierte de que “se trata de una probabilidad realmente alta” y con importantes riesgos como “otra escalada inflacionaria” a raíz de conflictos como los de Oriente Medio.
Sigue habiendo ‘heraldos’ de la recesión
Sin embargo, no todos descuentan que el peligro está acabado. Conference Board, por su parte, sí que espera una recesión técnica con una contracción del 0,7% y del 0,4% en el segundo y tercer trimestre de 2024 respectivamente. A pesar de estos retrocesos, los crecimientos tanto del primer trimestre como del último serían suficientemente fuertes como para compensar las caídas y lleva un crecimiento del 1,2% en el cómputo global del año.
En ese sentido algunos de los defensores más enconados de la recesión siguen esgrimiendo que llegará en la segunda parte de 2023. Este es el caso de Nomura que es su último informe explicaba que espera que comience en septiembre y que en ese mismo momento la Reserva Federal inicie su batería de recortes de tipos. Además esperan que el desempleo comience a sufrir a partir de ahora de forma muy leve y que “comience un alza más fuerte con el inicio de la recesión”.