Wall Street se frena tras lograr gran parte de la subida esperada para 2024

Wall Street se frena tras lograr gran parte de la subida esperada para 2024
  • El S&P 500 corrige tras avanzar en torno a un 4% en el año 
  • Europa tiene más margen: sólo sube un 1,2% frente al 7,8% previsto

Un año más, Wall Street toma la delantera a Europa. A finales de enero, los principales índices americanos marcaron en solitario nuevos máximos históricos gracias al tirón de la tecnología. Lo hicieron sin la compañía de la europea, que apenas repunta un 1,2% en el año en el caso del Stoxx 600 o un 3% en el del EuroStoxx 50, frente al 4% que se anota ya el S&P 500. Tras este avance, la bolsa americana se está frenando al conseguir gran parte de la rentabilidad esperada para este año.

Según los beneficios estimados para sus compañías este ejercicio, el rendimiento previsto del S&P 500 era del 4,6% a cierre de 2023. A pesar de la subida acumulada, las previsiones de beneficio están mejorando y la rentabilidad esperaba ronda ahora el 4,8% en 2024 (esta estimación es conocida como la inversa del PER, que sirve para calcular la rentabilidad de una inversión en bolsa). “Las acciones de EEUU parecen caras a 20 veces la previsión de beneficios a doce meses, un nivel que rara vez se mantiene”, indica Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM.

En su opinión, “aunque han mejorado las perspectivas de beneficios, especialmente en el sector tecnológico, el potencial alcista es limitado dada la exagerada previsión del consenso de crecimiento de beneficios por encima del 10%”.

A esto se añade un factor más, señalan en esta firma, que la prima de riesgo de la renta variable en EEUU es del 3,8%, la menor entre los mercados bursátiles de economías desarrolladas.

Hasta ahora, el principal motor del mercado americano ha sido, además del empujón de la tecnología, una inflación que tiende a moderarse, y una expectativa de tipos a la baja, que Jerome Powell, el presidente de la Fed, se ha encargado de enfriar este fin de semana. Durante una entrevista con CBS News, Powell ha descartado un recorte inminente de los tipos: “El crecimiento avanza a un ritmo sólido, el mercado laboral es fuerte y con una economía así de fuerte, sentimos que debemos abordar la cuestión de cuándo comenzar a reducir los tipos de interés con cuidado”, señaló.

Sus palabras, unidas a los últimos datos de empleo conocidos, han hecho que la probabilidad de bajada de tipos en marzo se desplome. El número de recortes esperados por el mercado también se ha moderado a cuatro, frente a los cinco previos.

Pese a este jarro de agua fría para la bolsa, y pese a que el S&P500 ya ha hecho gran parte de la subida esperada para este año, el índice guarda un as bajo la manga, y es que logrará márgenes récord este año, según las estimaciones de FactSet. Las previsiones anticipan que el S&P 500 conseguirá a cierre de este ejervicio un nuevo récord no visto en 24 años.

La bolsa europea tiene más camino por recorrer

Aunque a un paso más lento que la americana, la bolsa europea también sube este año. En el caso del Stoxx 600 alrededor de un 1,2% y en el del EuroStoxx 50 cerca de un 3%. Este último indicador ha logrado superar, incluso, el techo de Lehman en enero. Pero su expectativa de rentabilidad está mucho más arriba. En ambos índices se mueve en el entorno del 7,8%.

Tras la foto alcista de final de mes, desde el punto de vista técnico la idea es aprovechar una eventual caída para comprar en busca de esos objetivos en los altos del año 2000. Joan Cabrero, estratega de Ecotrader, es partidario de esperar para nuevas compras a que el EuroStoxx 50 “se tome un merecido descanso y se dirija a buscar apoyo a la directriz alcista que surge de unir los mínimos de 2022 y de 2023, que discurre por la zona de los 4.380/4.400 puntos“, explica.

El fuerte tirón de la bolsa en enero también sucedió en 2023, aunque con más intensidad -el año pasado índices como el Ibex 35 vivieron su enero más alcista en 22 años, mientras que el Euro Stoxx 50 batió cualquier registro previo-. Y uno de los muchos aforismos que existen anticipa que un enero alcista termina en un año alcista.

“La inercia alcista de las bolsas es sólida, pero lo razonable es que pierda algo de intensidad”, valora el equipo de análisis de Bankinter. “El escenario 2024 es favorable: nuevo ciclo con recortes en tipos, fortalecimiento de resultados empresariales, contexto geopolítico asumible y liquidez abundante. Tras el rally de finales de 2023, consolidar sería razonable. Sin embargo, las bolsas mantienen su tono expansivo porque casi todo favorece tomar riesgos”, explican.

Asumir riesgo ya no compensa tanto

Aún así, la bolsa ofrece tan sólo 2,46 puntos de rentabilidad extra frente a los bonos, cuando históricamente esta diferencia se aproxima al 3%. Lo que significa que asumir riesgo ya no compensa tanto como en el pasado.

El rendimiento esperado de la renta fija ha crecido a medida que los bancos centrales subían los tipos de interés, y se encuentra ya en el 3,65%, según los índices de Bloomberg Barclays, frente al poco más del 0,8% que ofrecía antes de que el Banco Central Europeo (BCE) virase con fuerza el rumbo de su política monetaria, en julio de 2021. En cambio, la rentabilidad esperada de una cartera que combine bolsa europea y americana se encuentra en el 6,34%.

“La rentabilidad-riesgo de los bonos es más atractiva que la de las acciones”, afirmaba Singular Bank en su última presentación de perspectivas. “La prudencia es por fin atractivamente remunerada en la renta fija de más calidad, con una mejor rentabilidad riesgo en los activos monetarios y los bonos que en las acciones”, indicaban.

Sin embargo, el inversor en renta fija debe asumir cierta volatilidad también. El precio de la mayoría de bonos corrige en 2024, lo que ha supuesto otra oportunidad de entrada. Tan sólo la deuda de más riesgo (el high yield) y la renta fija china esquivan las caídas por ahora.

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